El Parlamento catalán contrata traductores castellano-catalán para recibir a una delegación de Nicaragua. Con la de gente que lo tiene que estar pasando mal en Cataluña con la crisis y el paro, van estos PAYASOS SINVERGÜENZAS y se gastan el dinero en un traductor. Además, de un idioma que, aunque no les guste, también es oficial en Cataluña. Me recuerdan aquella película de Woody Allen en la que un loco se escapa del manicomio y acaba en una recepción traduciendo del inglés al inglés. Igual de surrealista. Y es que la realidad a veces supera la ficción.
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